lunes, 17 de marzo de 2014

        Tú no me dices nada,     
        yo te admiro tanto,
        te dedico tantas oraciones,
        tantas palabras.
                  Y tú sigues así,
                   tan callada,
                   ¡Montaña! .
Revestida de tanta belleza,
abres senderos en mi corazón.
y yo penetro en tí
hasta que me dejas.
A veces penetro en tu cueva amándote.
Segura el agua, la cascada es tu pelo,
la mañana te regala un vestido de flores,
me enamora de tí.
                    Pero tú siempre tan callada,
                     no me dices nada,
                        ¡Montaña!.

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